Da Vinci sonríe...
Paracaídas de pendiente fue el origen: de allí su nombre. Este deporte nace a finales del siglo XX, por la inventiva de montañeros que quería bajar volando mediante un paracaídas desde las cimas que habían ascendido. Tiene un ala flexible, con cajones cerrados por su parte posterior (borde de fuga) y comunicados entre sí por costillas. El aire entrante por las bocas del borde de ataque "presiona" en forma interior el ala, y a una velocidad horizontal dada, su forma aerodinámica le permite obtener lo que se buscó por siglos: la sustentación. Por eso se utiliza (a diferencia del paracaídas) una vez "inflado" y recién después comienza a volar.