De generación en generación llegan los ritmos típicos de la cultura
alemana, jóvenes que hacen bailar a cualquiera que disfrute de la danza
tradicional, bien sea en una fiesta con numerosos invitados, en festivales o
informalmente en la plaza de la Colonia Tovar.
Estas fueron enseñadas inicialmente por la Baronesa Elizabeth Von Kehler, y posteriormente
por nativas colonieras. Tradicionalmente se practica la polea, que es una danza
interpretada por varias parejas, y sus temas son cotidianidades de los
campesinos alemanes.