Todos tenemos la costumbre de
decorar en Navidad y el arbolito ¡Es una
tradición que no puede faltar! Lo colocamos en la casa y el trabajo; los
vemos adornados en centros comerciales, plazas, entre otros lugares.
En
la Colonia Tovar
es muy esperado el momento del encendido de las luces de la Iglesia y el gran
árbol de navidad ubicado en la plaza, y los
turistas que nos visitan en estas fechas no se pueden ir sin su foto navideña,
como recuerdo de tan hermosos momentos.
Pero, alguna vez te has
preguntado ¿De donde viene la idea de
colocar un Árbol de Navidad?
La
tradición proviene
nada más y nada menos que de Alemania.
Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos
colgando de las ramas de un árbol gigantesco llamado el "Divino Idrasil" o el "Dios Odín".
A este dios se le rendía culto
cada año, durante el solsticio de invierno, cuando para ellos, se renovaba la
vida. La celebración de ese día
consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a
las estrellas, la luna y el sol. En torno a este árbol bailaban y cantaban
adorando a su divinidad.
Cuentan
que San Bonifacio,
evangelizador de Alemania, derribó el árbol que representaba al “Dios Odín” y en el mismo lugar plantó un pino o abeto, símbolo del
amor perenne de Dios. Lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo
cristiano. Era curioso ver abetos "cargados" de manzanas. De esta
manera tan pintoresca, los cristianos de la Edad Media pintaban de sentido
cristiano sus celebraciones familiares.
Las manzanas representaban las
tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la
luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como
Salvador.
Desde
el siglo XVII,
junto a las manzanas cada familia cuelga una hostia. ¿Por qué? A la manzana,
que ha sumergido al hombre en este valle de lágrimas, se contrapone la hostia,
que representa el pan de vida. Y poco a
poco, con el correr de los siglos y de la imaginación, se le han añadido
dulces y golosinas, luces y colores, esferas y figuras.
El antiguo y legendario árbol
del primer pecado reconquista un nuevo verdor. El árbol de Navidad vuelve a ser el árbol de la vida. Los mismos
cantos recuerdan ecos lejanos: "Hoy nos vuelve a abrir la puerta del
Paraíso. El querubín ya no la defiende. Al Dios Omnipotente alabanza, honor y
gloria".
Esta
costumbre alemana se difundió por toda Europa en la Edad Media. Por medio de la Conquista
española y las migraciones, la tradición llegó a América. Poco a poco fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por
esferas y las velas, por focos que representan la alegría y la luz que
Jesucristo trajo al mundo.
Las
esferas, han cambiado su simbolismo
del pecado y ahora se les atribuye ser el símbolo de las oraciones que hacemos
durante el periodo de Adviento, teniendo sus colores también un significado
simbólico. Se acostumbra poner una estrella
en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas. También
se suelen poner adornos de diversas figuras en el árbol de Navidad, éstos
representan las buenas acciones y sacrificios: los "regalos" que le
daremos a Jesús en la Navidad.
Esa
es la historia del árbol y de la Navidad. Muchos deberíamos ver en el árbol de Navidad más
que una simple tradición de otros tiempos o una mera decoración ambiental. ¿Por
qué no dejarnos iluminar por el significado más profundo de las esferas, de las
frutas o de las hostias?
1 comentarios:
que fecha es la encedida del árbol este aaño?
Publicar un comentario
Quieres decir algo? Déjanos aquí tu comentario